miércoles, 23 de septiembre de 2015

La soledad del apátrida

La soledad del apátrida
Un analisis que busca romper con la disyuntiva entre el discurso nacionalista español y el nacionalista catalán.
22/09/15 · 15:00
Imagen del Presentimiento nº 14 / ESPAI EN BLANC
Me hubiera gustado sentir entusiasmo ante la movilización ciudadana que conmemoraba, el pasado 11 de septiembre, la fiesta nacional de Catalunya. Viendo los rostros alegres e ilusionados, intenté esbozar yo también una sonrisa. Pero sólo me venían ganas de vomitar al ver tantas banderas. Lo siento. Es algo que nos sucede a algunos.
 
Viendo los rostros alegres e ilusionados, intenté esbozar yo también una sonrisa. Pero sólo me venían ganas de vomitar al ver tantas banderas
Evidentemente, como catalán prefería una calle Meridiana llena capaz de desafiar al gobierno español, aunque este desafío fuera un remake de los Juegos Olímpicos del 92. Manifestarse no consiste en inscribirse y participar. Lo confieso: estoy tan desorientado como un extranjero.
Algunos somos extranjeros entre los extranjeros, pero nos acordamos muy bien de que un día el president Mas tuvo que entrar en helicópteroa un Parlament bloqueado por unos impresentables que gritaban "Nadie nos representa".
Ahora el president Mas, protegido en una lista electoral, ha renacido puro e inmaculado habiéndose desprendido de recortes y corrupción. Es lo que C. Schmitt, el gran inventor del decisionismo ahora tan en boga, llamaría "el milagro de la política". Nosotros, porque no olvidamos, hemos podido subsistir en la burbuja.
En el interior de la burbuja nacionalista falta aire. Voy a explicar qué es la burbuja nacionalista. Esta maldita burbuja tiene la forma lógica de un doble vínculo, es decir, se trata de una situación en la que dos mensajes contradictorios chocan entre sí, y en su retroalimentación, impiden cualquier posibilidad de salida. El discurso nacionalista español y el discurso nacionalista catalán.
¿España o Catalunya? "Defínete". "Tienes que mojarte, no valen las excusas". La violencia se hace íntima, asfixiante.
¿España o Catalunya? "Defínete". "Tienes que mojarte, no valen las excusas". La violencia se hace íntima
El españolismo moviliza los legalismos más estúpidos y las pasiones más bajas. Hay que respetar la LEY como si la ley fuera algo sagrado, cuando es la plasmación de una correlación de fuerzas.
"Lo que queréis es imposible", afirman tranquilamente, cuando luchar por hacer lo imposible real es lo que dignifica a una lucha. Y, finalmente, el españolismo apela al miedo que es el argumento más revelador de la impotencia.
Por su parte, el catalanismo independentista, ignorando completamente a la mitad de la población, se empeña en construir la voluntad de un pueblo. En este caso, se movilizan las pasiones altas como la esperanza, pues son las que mejor funcionan en un relato épico.
Pero, en realidad, todo vale. Desde la manipulación de la historia a la llamada más descarnadamente razonable: "tendremos más dinero para nosotros". En definitiva, a la burda y sempiterna prepotencia española se responde desde una afirmación que tiene mucho de resentimiento y de engaño, a pesar de vestirse de sonrisa ilusionada.
El discurso nacionalista simplifica, despolitiza todo lo que toca, y siempre es conservador. Su afirmación es pobre, siempre lastrada de victimismo. "Tú eres malo, luego yo soy bueno". No sabe salir de ahí. Necesita imperiosamente un Otro como chivo expiatorio.
El otro día fui a comprar el periódico, y el kioskero muy serio estaba diciendo a un cliente: "Ya tengo ganas de que entren los tanques por la calle Diagonal...". Como no quería discutir, no le pregunté si él saldría a detenerlos.
Porque lo que ahora está sucediendo es que el cuento de hadas independentista se topa con el cuento de horror españolista. Cada vez queda menos aire en la burbuja. ¿Cómo romper este doble vínculo tan absurdamente agotador? Existía una posibilidad, seguramente incierta, porque casi ni llegó a existir.
Que Catalunya se constituyera en una anomalía, en una verdadera anomalía capaz de contagiar a los demás pueblos. Una anomalía y no una unidad política. Fue durante el 15M y por unos instantes.
Una Catalunya integrada en otra España que, quizás, abandonaría su nombre. Ciertamente, no supimos hacerlo, y a muy pocos interesó pensar esta unión sin unidad. España prefirió hacerse ridículamente fuerte en su extrema debilidad.
No supimos hacerlo, y a muy pocos interesó pensar esta unión sin unidad. España prefirió hacerse ridículamente fuerte en su extrema debilidad
Catalunya se conformó con un Estado propio pegado en el culo. Su mayor sueño. ¡Qué triste destino! En aquel entonces desde Espai en Blanc habíamos sacado una revista cuyo título era: "Catalans un esforç més!" (¡Catalanes un esfuerzo más!). Nos quedamos solos aunque todo el mundo se mostró muy comprensivo.
Franz Fanon, el gran luchador por la independencia de Argelia, ya nos avisaba: "No rindamos tributo a Europa creando Estados, instituciones y sociedades que se inspiran en ella... La humanidad espera de nosotros alguna otra cosa que una imitación, algo que sería una caricatura obscena".
Este intento de una experimentación política seria y consecuente no existe. Los partidos del sistema con su nueva lista tramposa, la marca blanca de los antiguos comunistas que jamás romperán un plato porque siempre son los primeros en venderse.
Sr. Coscubiela (tercero de la lista): ¿se acuerda de cuando sujetaba con fuerza la puerta de CC OO para dar tiempo a la llegada de la policía y así detenernos, mientras sus esbirros nos golpeaban ferozmente?
Sí, a nosotros, a aquellos impresentables que en el año 1999 tan solo queríamos leerles un pequeño manifiesto de homenaje en agradecimiento por los muchos sacrificios que han hecho siempre por la clase trabajadora. Al día siguiente, en la prensa nos acusaron de ser un grupo fascista.
Y quedan los amigos independentistas que creen poder ser, a la vez, anticapitalistas; que creen que el Estado propio es simplemente un paso necesario. Cierto, no hay tanto cinismo. Sin embargo, creen demasiado.
Por ejemplo, creen que aquí la lucha nacional coincide con la lucha de clases. A estas alturas de la historia, no sé muy bien qué es la lucha de clases, aunque puedo imaginármelo ya que la estamos perdiendo. Pero sé muy bien que no tiene nada que ver con una lucha nacionalista.
Viendo la ambigua relación de la CUP con el nacionalismo catalán hegemónico, me recuerda exactamente el papel de la extrema izquierda respecto a la izquierda del Estado de los Partidos. Y no digo más.
El hilo musical no cesa dentro de la burbuja: "El voto de tu vida", "Gobernémonos", "Sí, se puede"... La irrupción de categorías de la política moderna - Estado nación, el pueblo como unidad política, la construcción de una identidad - en un marco postmoderno, tiene el extraño efecto de crear un gran simulacro, en el que nada es lo que parece.
Se trata de un bluf extremadamente serio, y a la vez, totalmente risible y patético. Se agota el tiempo y hay que hablar claro. Tienes que definirte. ¿Vas a votar a favor o no de la independencia de Catalunya? ¿Sí o No?
Como no existe una respuesta colectiva que rompa el doble vínculo, la única que se me ocurre y sirve como una moral provisional a la cartesiana, es: "Preferiría no hacerlo".
"Preferiría no hacerlo", que es lo que respondía Bartleby cada vez que era acuciado. Pero yo no me quedaré como él en la oficina hasta morirme de hambre. De acuerdo. Defiendo el derecho a decidir.
Yo quiero mi derecho de fuga. Quiero fugarme, y no tener que responder a una pregunta que no me interesa
Yo quiero mi derecho de fuga. Quiero fugarme, y no tener que responder a una pregunta que no me interesa. Ser un apátrida que al no estar ligado a nada, a nada debe reverencia.
Ensayar un internacionalismo imposible, porque por este imposible si me vale la pena luchar. ¿Qué se trata de una salida personal? Quién lo piense es que no me ha entendido.
"No soy nada y debería serlo todo", afirmaba Marx. Nunca sabrán cuántos somos ni jamás podrán contarnos.
En la soledad del apátrida se encuentran la fuerza del anonimato y la del dolor. Por eso es inaccesible a la mirada del poder
En la soledad del apátrida se encuentran la fuerza del anonimato y la fuerza del dolor. Por eso es inaccesible a la mirada del poder.
Odiamos a todos los tertulianos. En el día a día, no nos perdemos en necedades, vamos a lo esencial. Y los domingos soñamos... que un movimiento subversivo barrerá por fin este escenario de cartón piedra. 

martes, 15 de septiembre de 2015

¿Crisis migratoria?

Crisis migratoria: brazos abiertos para dar la bienvenida, armas para matar

Democracy Now!


La avalancha de personas que huyen de la guerra y la miseria aumenta diariamente y alcanza las orillas y fronteras de Europa en un intento desesperado por verse a salvo. La mayoría viene de Siria, donde una guerra civil descarnada ha provocado la muerte a más de 200.000 personas en los últimos cinco años y el desplazamiento dentro y fuera de las fronteras de ese país de doce millones de personas, la mitad de la población siria.Otros emigrantes vienen de África subsahariana. Huyen de la pobreza y los conflictos armados en sus países. Al igual que muchos sirios, estas personas logran llegar a Libia, país que actualmente se encuentra en un virtual estado de anarquía, y se arriesgan a cruzar el Mediterráneo en embarcaciones tan peligrosas como sobrecargadas de pasajeros. Miles se han ahogado. Paradójicamente, muchos de esos migrantes se dirigen hacia los mismos países que vendieron las armas que se utilizan en las guerras de las que huyen.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, se refirió a la crisis migratoria en su discurso sobre el estado de la Unión Europea, pronunciado esta semana en Estrasburgo, Francia: “No hablo de 40.000 ni de 120.000. Hablo de 160.000. Esa es la cifra de refugiados de la que los europeos debemos hacernos cargo y a los que debemos acoger con los brazos abiertos”. Junker utilizó en su discurso la expresión en inglés “take in arms”, refiriéndose obviamente a la idea de dar un abrazo protector, pero la palabra “arms”, paradójicamente, significa también “armas”. Otra europea, que ha visto de cerca el sufrimiento de los refugiados, toma la voz inglesa en ese otro sentido.
“Son nuestras armas las que destruyen esos países y diezman a sus poblaciones”, sostuvo Annette Groth en el noticiero “Democracy Now!”. Groth integra el Parlamento Alemán y es la portavoz de derechos humanos del partido alemán La Izquierda. Retornó recientemente de un viaje a Hungría, donde fue testigo de los miles de inmigrantes que se encuentran varados en la estación de trenes de Budapest: “Alemania es el tercer mayor exportador de armas, y tenemos muy buenas relaciones, hasta la exageración, con países como Arabia Saudita y Qatar, a pesar de que existe una gran oposición a esto, y mi partido siempre se opone, al igual que el verdadero movimiento pacifista. Nuestro gobierno aún está entregando armas a Arabia Saudita, que a su vez apoya al ISIS , a los yihadistas. ¿De qué estamos hablando?”.
El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) analiza y brinda información sobre el comercio de armas a nivel mundial. Un informe reciente del SIPRI destaca: "El volumen del comercio internacional de armas de gran envergadura registrado entre 2010 y 2014 fue 16% más alto que el registrado entre 2005 y 2009. Los cinco principales exportadores entre 2010 y 2014 fueron Estados Unidos, Rusia, China, Alemania y Francia". Entre los cinco principales receptores de esos cargamentos de armas de gran envergadura figuran Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, dos aliados de Estados Unidos que, según afirman múltiples informes, estarían apoyando de manera significativa al ISIS , que es el principal antagonista en la guerra civil en Siria y en Irak. A todo ello se suman las últimas noticias respecto a que Rusia ha incrementado su asistencia militar al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, que el Reino Unido participó directamente en ataques aéreos en Siria y que Francia se prepara para hacer lo mismo.
Si bien muchos países europeos están aceptando refugiados (el primer ministro finlandés incluso puso a disposición su casa de huéspedes), superando así ampliamente cualquier tipo de bienvenida que haya ofrecido el gobierno de Obama, nada de eso resuelve el problema. Lo que hay que resolver son los conflictos en Medio Oriente. Pero, ¿es posible que eso suceda si Estados Unidos (y Rusia, y Alemania, y Francia) continúan vendiendo grandes cantidades de armas a los beligerantes países de la región? El rey King Salman de Arabia Saudita visitó la Casa Blanca la semana pasada y se aseguró una nueva inyección de misiles y de las llamadas bombas inteligentes, además del arsenal que normalmente proporciona Estados Unidos a su país aliado, rico en petróleo.
“En Medio Oriente hay más armas que pan", reflexionó Annette Groth, del Parlamento Alemán. "Recuerdo una conversación que mantuvimos con un embajador de esa región hace unos tres años atrás. Él nos miró, a mí y a otros parlamentarios, y nos dijo: ‘Es hora de que occidente pase a buscar las armas que nos llevó’. Un concepto muy, muy cierto y muy simple”.
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta yDemocracy Now! en español, spanish@democracynow.org

martes, 14 de julio de 2015

La nueva política entra en la pecera






Decidieron asaltar las instituciones porque estábamos ante una oportunidad histórica. Decidieron poner en marcha una nueva política, yde pronto, se encontraron dentro de una pecera. Pero la pecera no era el acuario que algunos dentistas ponen en su consulta para transmitir calma y sosiego. En la pecera, ni siquiera se respetaban las reglas que los mismos tiburones habían impuesto. B. Brecht ya nos había avisado: "Si los tiburones fueran hombres... los teatros del fondo del mar mostrarían a heroicos pececillos entrando entusiasmados en las fauces de los tiburones". Primero fueel caso Monedero, le siguió el caso Zapata... En Barcelona, el acoso y derribo empezará cuando a la Generalitat le interese.
En los años setenta, cuando la clase trabajadora era un sujeto político capaz de autoorganizarse y construir su propia autonomía, el capital recurrió a la llamada estrategia de la tensión. Mediante atentados sangrientos perpetrados por tramas fascistas nacidas en las cloacas del Estado, se introducían dinámicas que paralizaban las formas de resistencia al poder. El caso Escala, por ejemplo, fue un caso de terrorismo de Estado que sirvió muy bien para impedir que la CNT se consolidara. Hoy, en cambio, la desestabilización política se lleva a cabo mediante los medios de comunicación y las redes sociales. Las campañas mediáticas, creando una constante sensación de excepcionalidad, hunden en poco tiempo las personas y los proyectos políticos que defienden la necesidad de un cambio.
Y muy pronto la pregunta ¿cuándo los amigos se convertirán en nuestros enemigos? se convirtió en una pregunta retórica ya que bastaba mirar como la cara de Felipe González
Pero ¿de qué tipo de cambio se trata? En las elecciones de 1982 la consigna "Por el cambio" pregonada por el PSOE ilusionó a mucha gente. En la revista Indolencia, ligada a la autonomía obrera, escribimos: "Ni cambio, ni recambio. La victoria socialista servirá sólo para modernizar el Estado y proseguir la reestructuración capitalista en marcha". Así fue. Y muy pronto la pregunta ¿cuándo los amigos se convertirán en nuestros enemigos? se convirtió en una pregunta retórica ya que bastaba mirar como la cara de Felipe González se iba hinchando. Muchos compañeros y compañeras afirman que ahora es distinto, y que esa mirada izquierdista es injusta y errónea. Quizás es cierto. Conocemos a muchos de los protagonistas desde hace tiempo, sabemos de su honestidad... pero el espacio político, incluso para un reformismo radical que simplemente quiere legislar, aplicar leyes, y defender derechos elementales, es sumamente estrecho. Basta ver los ataques diarios contra los nuevos que han entrado en las instituciones.
Frente a esta estrategia de desgaste, la lucha ideológica parece volver a un primer plano. De ahí la presencia constante de los nuevos líderes en foros, tertulias, y evidentemente,la necesidad de simplificar al máximo el discurso. Pero, en verdad, se trata de una batalla ideológica en el interior de la ideología, puesto que para la nueva política, el único objetivo que realmente cuenta es ganarse la opinión pública, es decir, ocupar la "centralidad del tablero" como condición imprescindible para impulsar el cambio. Este esfuerzo es sumamente problemático. En primer lugar, porque propiamente no hay un centro político sino un votante tan volátil y oportunista como el mismo mensaje que, en última instancia, se le quiere transmitir. En segundo lugar, porque la ideología y la política ya no son lo que eran. La ideología se ha materializado en la realidad de las formas de vida: autopistas, centros de ocio y de consumo etc. La política, a su vez, se ha convertido en gubernamentalidad neoliberal, mera gestión empresarial del mundo. Por lo que el reformismo radical, a pesar de sus mejores intenciones, parece estar condenado a encadenar gestos simbólicos, y los amigos no se convertirán en nuestros enemigos sencillamente porque su acceso al gobierno tiene que cumplir una función diferente a la que se encomendó al PSOE.
 
 El éxito del poder consiste simplemente en mostrar que no hay alternativa dentro de la pecera, y que nuestros amigos son como todos los demás, futuros miembros de la casta
El partido socialista tenía que hacer el trabajo sucio que la derecha franquista nunca hubiera podido llevar a cabo sin incontables resistencias. Gestionar la crisis para destruir las formas de contrapoder aún existentes, despolitizar la sociedad y, sobre todo, legitimar el nuevo Estado de los partidos. En definitiva, tenían que allanar el camino al desbocamiento neoliberal. En cambio, si los nuestros pueden hoy acceder a las instituciones gubernamentales es para cumplir otra función. La función que de ellos se espera es directamente fracasar. Fracasar como consecuencia de sus propios errores y de los ataques furibundos a los que son sometidos. Su destino no es tanto la traición como colaborar (a su pesar, claro) en su propia ruina. En la actualidad, los golpes de Estado han sido sustituidos por una estrategia de desgaste permanente. Una estrategia de desestabilización que debe producir, impotencia, desorientación, y confusión. El éxito del poder consiste simplemente en mostrar que no hay alternativa dentro de la pecera, y que nuestros amigos son como todos los demás, futuros miembros de la casta. Esto es lo que hay es la consigna que debe triunfar. En la movilización global, en el teatro de la vida, en la que estamos insertos cada uno desempeña el papel que le han asignado. Levantar esperanzas y arruinarlas, es la tarea que los nuestros deben realizar, y para la que han sido llamados. Finalmente, la vida cotidiana retornará a su normalidad. Los funcionarios del capital, los de siempre, acudirán prestos a reparar el desaguisado. No hay alternativa dentro de la pecera. Es cierto. Pero podemos intentar salir fuera, aprender a respirar bocanadas de aire hasta que nuestros pulmones se acostumbren. Salir fuera de la pecera no es, claro está, una alternativa. Es una necesidad. La necesidad inscrita en el No y con la que todo empieza de nuevo.
La nueva política nunca romperá la pecera si se refugia en llamadas a la participación, en consultas por internet o persiguiendo la imagen de una persona respetable y sensata que se contempla en el espejo de la opinión pública. Por lo contrario, si la nueva política lleva realmente al límite la acción de gobierno –sin engañar, sin dobles lenguajes, con la valentía de saber que no hay camino de retorno– empezará a construirse como una posición en el campo de guerra. Entonces, llegada la hora de la verdad, los que no votamos, los que votamos tapándonos la nariz porque en las listas había algunos impresentables de la vieja izquierda, sabremos estar allí. Empecé citando a B. Bretch, me gustaría terminar también con una frase suya que nos puede ser muy útil en estos momentos: "Hace falta valor para decir que los buenos no fueron vencidos porque eran buenos, sino porque eran débiles".

martes, 16 de junio de 2015

"La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas"


"La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas"
"Internet lo hace mejor", dice Francesco Tonucci

El pedagogo italiano no cree en la doble escolaridad. 
"La misión de la escuela ya no es enseñar cosas. Eso lo hace mejor la TV o Internet." La definición, llamada a suscitar una fuerte polémica, es del reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci. Pero si la escuela ya no tiene que enseñar, ¿cuál es su misión? "Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo", responde.
Para Tonucci, de 68 años, nacido en Fano y radicado en Roma, el colegio no debe asumir un papel absorbente en la vida de los chicos. Por eso discrepa de los que defienden el doble turno escolar.
"Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios", explica Tonucci, licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad
de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres. Tonucci llegó a la Argentina por 15a. vez, invitado por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, a quien definió como "un lujo de gobernante".
Dialogó con LA NACION sobre lo que realmente importa a la hora de formar a los más chicos y dejó varias lecciones, que muchos maestros podrían anotar para poner en marcha a partir del próximo ciclo escolar.
Propuso, en primer lugar, que los maestros aprendan a escuchar lo que dicen los niños; que se basen en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase. "No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima", explicó.
Recomendó que "las escuelas sean bellas, con jardines, huertas donde los chicos puedan jugar y pasear tranquilos; y no con patios enormes y juegos uniformes que no sugieren nada más que descarga explosiva para niños sobreexigidos".
Y que los maestros no llenen de contenidos a sus estudiantes, sino que escuchen lo que ellos ya saben, y que propongan métodos interesantes para discutir el conocimiento que ellos traen de sus casas, de Internet, de los documentales televisivos. "¡Que se acaben los deberes! Que la escuela sepa que no tiene el derecho de ocupar toda la vida de los niños. Que se les dé el tiempo para jugar. Y mucho", es parte de su decálogo.
De hablar pausado y de pensamiento agudo, Tonucci transmite la imagen de un padre, un abuelo, un educador que aprendió a ver la vida desde la perspectiva de los niños. Y recorre el mundo pidiendo a gritos a políticos y dirigentes que respeten la voz de los más pequeños.
-¿Cómo concibe usted una buena escuela?
-La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante quince minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura. Los niños no son sacos vacíos que hay que "llenar" porque no saben nada. Los maestros deben valorar el conocimiento, la historia familiar que cada pequeño de seis años trae consigo.
-¿Cómo se deberían transmitir los conocimientos?
-En realidad, los conocimientos ya están en medio de nosotros: en los documentales, en Internet, en los libros. El colegio debe enseñar utilizando un método científico. No creo en la postura dogmática de la maestra que tiene el saber y que lo transmite desde una tarima o un pizarrón mientras los alumnos (los que no saben nada), anotan y escuchan mudos y aburridos. El niño aprende a callarse y se calla toda la vida. Pierde curiosidad y actitud crítica.
-¿Qué recomienda?
-Me imagino aulas sin pupitres, con mesas alrededor de las cuales se sientan todos: alumnos y docentes. Y donde todos juntos apoyan, en el centro, sus conocimientos, que son contradictorios, se hacen preguntas y avanzan en la búsqueda de la verdad. Que no es única ni inamovible.
-¿Cuál es rol del maestro?
-El de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje. Generalmente los pequeños no están acostumbrados a compartir sus opiniones, a decir lo que no les gusta. Los docentes deberían tener una actitud de curiosidad frente a lo que los alumnos saben y quieren. Les pediría a los maestros que invitaran a los niños a llevar su mundo dentro del colegio, que les permitieran traer sus canicas, sus animalitos, todo lo que hace a su vida infantil. Y que juntos salieran a explorar el afuera.
-Varias veces usted ha dicho que la escuela no se relaciona con la vida. ¿Por qué?
-Porque propone conocimientos inútiles que nada tienen que ver con el mundo que rodea al niño. Y con razón éstos se aburren. Hoy no es necesario estudiar historia de los antepasados, sino la actual. Hay que pedirles a los alumnos que se conecten con su microhistoria familiar, la historia de su barrio. Que traigan el periódico al aula y se estudie sobre la base de cuestiones que tienen que ver con el aquí y ahora. Esto los ayudará a interesarse luego por culturas más lejanas y entrar en contacto con ellas.
-¿Cómo se puede motivar a los alumnos frente a los atractivos avances de la tecnología: el chat, el teléfono celular, los juegos de la computadora, el iPod, la play station?
-El colegio no debe competir con instrumentos mucho más ricos y capaces. No debe pensar que su papel es enseñar cosas. Esto lo hace mejor la TV o Internet. La escuela debe ser el lugar donde se aprenda a manejar y utilizar bien esta tecnología, donde se trasmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo.
-¿Es positiva la doble escolaridad?
- En Italia llamamos a este fenómeno "escuelas de tiempo pleno". La pregunta que me surge es: ¿pleno de qué? Esta es la cuestión. La escuela está asumiendo un papel demasiado absorbente en la vida de los niños. No debe invadir todo su tiempo. La tarea escolar, por ejemplo, no tiene ningún valor pedagógico. No sirve ni para profundizar ni para recuperar conocimientos. Hay que darles tiempo a los niños. La Convención de los Derechos del Niño les reconoce a ellos dos derechos: a instruirse y a jugar. Deberíamos defender el derecho al juego hasta considerarlo un deber. .


domingo, 12 de abril de 2015

“Alma de noche”

“Alma de noche”

Furtivo desciende de los negros bosques
un venado azul, el alma.
Es de noche y sobre los escalones musgosos
se ve una fuente blanca.
La sangre y un grupo de armas antiguas
murmuran en el valle de los pinos.
La luna brilla siempre en parajes derruidos;
embriagada por venenos oscuros,
máscara de plata inclinada
sobre el sueño de los pastores;
cabeza abandonada en silencio por sus sagas.
Oh, abre ella sus frías manos bajo arcos de piedra
mientras lento sube un dorado verano a la ciega ventana
y toda la noche se oyen sobre el verde
los pasos de la danzarina,
y la voz de la lechuza que llama al ebrio
en púrpura tristeza.
Georg Trakl
Traducción de Helmut Pfeiffer

miércoles, 4 de marzo de 2015